Pucha que me ha costado mantenerme contenta oh. Como que cuando estoy feliz, pasa algo que me baja el ánimo.

Pero como que últimamente me ha dado lo mismo todo, evitando tener problemas de toda clase y evitando situaciones incómodas. A esto se le suma la separación de mi antiguo curso, lo cual me ha dado la posibilidad de dejar de hablarle a varias bostas que habían en él.

Hace algunos días recibí una información no tan agradable, que fue muy incómoda de escuchar y de responder, pero me hice a un lado y seguí caminando (metafóricamente, claro) y, me he sentido bien al respecto, además ¿por qué otra gente me va a decir cosas que obviamente van a caer mal? Conmigo ya tengo suficiente con las críticas y los comentarios pesados. 

Esta semana fue de recuperación, reflexión y relajo (las tres R, si quieren llamarlo así); comí a destajo, dormí lo que quise y pensé sin límites, pero hoy comienza lo serio: ver si podré seguir tan bien como lo estuve esta semana. Hoy comencé con la desintoxicación y me ha resultado bastante bien. Creo que amanecer la semana emocional no en mi casa es algo agradable.

En fin, ha sido un buen día y una buena semana a pesar de todo.

Tengo ganas de irme a Buenos Aires por algún tiempo, alejarme de esto pero con esto.

Buena ambientación para los días de las tres R.

Y en picada caí (superficialmente, claro)
Ni la conozco.
No le debo nada.
No ha hecho nada por mi.
Seguir adelante, ése es el fin.

Un día feliz a veces se espera. Un día malo, a veces llega.

Estoy tan contenta, pero temo que algo malo pase y recaiga. No quiero eso de nuevo. Mariposas por doquier.
No te entiendo.

El momento súper incómodo cuando te cuentan una laaaarga historia de vida amorosa y te quedan mirando para que digas algo, siendo que nada ha pasado en tu vida. (PD: era yo)

Y sigo sin entender por qué estas cosas me pasan a mi.
Cada vez que estás más cerca es porque estás más lejos que nunca.
No puede ser que me pase de nuevo. No otra vez.
Siempre pienso en lo malo, quizás soy muy realista.

Voy a ir a vomitar. Hoy, mañana y siempre.

Maldita sea, ni mención honrosa ganó mi cuento.

Me tengo que ir de aquí.

Te voy a escribirs los versos más tristes esta noshe... mentira.
Estoy chata.
Estoy chata de que mi tía viva aquí desde hace ocho meses.
Estoy chata de resfriarme.
Estoy chata que mis papás prioricen a la iglesia en vez de a nosotros.
Estoy chata de que mi corazón me falle cuando más lo necesito.
Estoy chata de que él no me pesque ni en bajá.
Estoy chata de las cabras mensas (las cabras normales me caen bien, ah).
Estoy chata de que todos se quejen (incluyéndome).
Subiría el número catorcers a un quince, pero me duelen los brazos para tomar cuestiones.
¡¿Por qué no me querís?!

Fumaría, pero tengo la garganta hecha popó... y no fumo.

¿Mi día? Me bañé a las 12.
Fui al cine sola.
Me calenté con la película. (mentira).
Me sentí reconocida, Dani.
En el metro un gil güitrió y siguió conversando como si nada.
Lo quiero un poco más.
Se me vio la zanja varias veces por culpa de los pantalones.
Poético.
Me olvidé del otro.
Seguiré intentándolo con el número uno de mi lista.

No te entiendo hasta que te veo.
No te veo hasta que me ves.
No me ves hasta que te entiendo.
Simplemente me agrada tu forma de ser,
con tus defectos y todo.
No quiero permitirme dejarte pasar.
Aquí te quedas, conmigo, por siempre.

La vida es bella con Mark Foster cantándote de cerca...

Búsquese.