viernes, 4 de octubre de 2013

Que linda que es la noche, ver una pequeña luz en la ventana, en medio de toda la oscuridad.
Siento un pequeño temblor que comienza en mis pies, sube por mis piernas, pasa por mi estómago y se aloja en mi corazón.
No sabes lo que siento y tampoco sé qué sientes. Sé que lo mío es para ti y espero que lo tuyo sea para mi.
Imagino tus ojos y me vuelve ese temblor. Creo que no es la noche sino tú.
Te podría hacer inmensamente feliz y, por supuesto, me podrías hacer inmensamente feliz.
Miles de caricias en tus mejillas y miles de amores en nuestros corazones.

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