Te vas a cansar de esperar,
y tendrás que encontrar
a alguien que esos besos te pueda dar.
La inestabilidad que tiene
no es la seguridad que te mantiene.
Me da un poco de miedo pensar,
que los últimos tres ya no recuerdo bien.
Quizás erré al dejarme llevar,
mantenerme fiel
a mi misma fue algo que supe hacer.
No lamento nada,
porque ya todo está como debió ser.
Espero poder volver abrir mi corazón
para que todo lo pueda hacer mejor.
Mas la razón
me impide dejarlo pasar por algo menor.
No estuvo mucho tiempo en mi mente,
no ser importante para quién,
ahora chequeo mis lentes
e imagino un disparo en la sien.
Partí manejando mi escarabajo muy lenta y despreocupadamente, olvidando a todos aquellos automovilistas descarriados. En un comienzo, no tenía idea de cuál sería mi recorrido ni mi destino, pero luego de unos kilómetros ya reconocí la ruta, y no tan sólo eso; ya sabía hacia donde me dirigía. Seguí andando, a veces aceleraba, a veces frenaba, a veces debía cambiar los neumáticos, a veces debía llenar el tanque, un sin fin de contratiempos que debían hacerse.
Ya en lo que pensé que era el último trayecto de mi recorrido, todo comenzó a fallar, el clima no me acompañaba y mi escarabajo estaba dándome muchos problemas. En un momento pisé el freno a fondo, pero me encontré con un inconveniente, venía un camión enorme, que me chocó de frente. Ése camión lo llamo realidad, eso es lo que se me vino encima y no supe poder esquivarlo.